La misma empresa que co-fundo allá lejos y hace tiempo.
No es abogado, ni ingeniero (toda una novedad en el #QuienEsQuien). Es Contador. Recibido en la UCA y como dicen por ahi… «un hombre clásico, tradicional».
«Pícaro para moverse en el ámbito corporativo», y claramente «atento a las oportunidades».
Quienes quieran saber cómo se hace para estar 21 años en la misma compañía que un día armaste de cero, les recomiendo el libro «de emprendedor a empresario», de puño y letra de Ballve. 288 páginas de anécdotas, historias y métodos. La recaudación, otra muestra de la personalidad de Ballve, va directo al Centro de Estudios de Nutrición Infantil.
En el sector, quienes lo conocen lo definieron como «un verdadero empresario, que se forjó a si mismo en una Argentina que no tolera el éxito».
«Corrían los primeros años de este siglo cuando conocí a Hernán, una persona sumamente agradable con una capacidad analítica singular. Un placer hacer negocios con él y hasta diría que un placer competir con él», contó justamente uno de sus competidores.
Otre recordó que «cuando Argentina era cruzada por la crisis del 2001 y los grandes trasatlánticos de las comunicaciones abandonaban estas aguas, Hernán permaneció en el timón maniobrando con astucia y esquivando los peligros que se producían consiguiendo excelentes acuerdos e interpretando los cambios de la industria».
No obstante, el yatching no aparece entre sus deportes favoritos. En cambio figura el golf. Una de las actividades recreativas más utilizadas por el ambiente empresarial… aquí y en el mundo.
«Ha sido un verdadero creador de valor. Quienes invirtieron con él, el Grupo Roggio primero y luego el grupo Soldati, vieron multiplicadas sus inversiones. Todo lo que ha ganado ha sido fruto de su habilidad y astucia», dicen de Ballve.
Es disciplinado, pulcro, comentan en su entorno.
«Un caballero que siempre honra su palabra» y «Un tipo querible…»
Nada que agregar.