5G Americas difundió su reporte “Estado de las bandas de espectro radioeléctrico en América Latina: 600 MHz, 700 MHz, 2.300 MHz, 2.500 MHz y 3.500 MHz”, que brinda un panorama regional sobre las bandas de espectro radioeléctrico estratégicas para el desarrollo de las tecnologías móviles. El documento indica que hay bandas como 700 MHz y 2,5 GHz que ya están en uso en varios países y que cuentan con un ecosistema de dispositivos, pero que siguen sin ser aprovechadas en varios mercados de Latinoamérica. En estos casos es necesario planificar su asignación para potenciar los servicios de banda ancha móvil, particularmente las redes LTE (comercializadas como 4G, 4.5G o 4G+).
Varios reguladores están contemplando espectro para el futuro, particularmente 600 MHz, 2,3 GHz y 3,5 GHz que permitirán desarrollar el entorno 4G y poner algunos de los cimientos de 5G. Sin embargo, aunque varias administraciones están identificando estas nuevas bandas de espectro, hay porciones que están en uso por otros servicios y sistemas. De esta manera, es importante que se generen planes de espectro que detallen los tiempos de despeje o liberación de las bandas y plazos que permitan conocer cuándo podrían asignarse para servicios móviles.
El reporte repasa procesos de licitación pasados y recomienda que los nuevos concursos de espectro eviten errores del pasado, como altos precios del espectro u obligaciones poco razonables ligadas a las concesiones. Las administraciones nacionales deben garantizar el acceso de la industria móvil a licencias en estas bandas en tiempos adecuados y con condiciones y precios que permitan las inversiones necesarias de la industria.
Particularmente, las bandas de 600 MHz y 3,5 GHz se proponen (dependiendo del mercado) como bandas pioneras de 5G y han comenzado a ser identificadas por varios gobiernos como nueva capacidad para redes móviles, pero requieren planificación y reorganización para ser aprovechadas.
En el caso de la banda de 600 MHz, se le conoce como el “segundo dividendo digital” y se requiere completar procesos de apagón de las señales de televisión analógica y transición a la televisión digital terrestre. La banda de 3,5 GHz está subutilizada en varios países dado que se asignó a otros servicios que no se desarrollaron plenamente, como acceso inalámbrico. La banda de 3,5 GHz tiende a estar parcialmente ocupada en Latinoamérica y hay una alta fragmentación por haber sido asignada a varias empresas en distintas regiones dentro de cada país. Existe el desafío de reorganizar ese espectro para planificar su uso.
La banda de 2,3 GHz debe aprovecharse tan pronto como sea posible. Varios países la han atribuido al servicio móvil, pero no se ha licenciado (Perú y Brasil planean licitarla próximamente). Esta banda ya puede dar capacidad adicional a redes 4G dado que hay equipos compatibles y es crucial permitir su uso. Además, las bandas de 2,5 y 3,5 GHz serán importantes para la digitalización de la región, dado que su capacidad y potencial uso dinámico pueden convertirlas en bandas para detonar 5G.