«Operativamente Arsat tiene superávit», destacó Tognetti, en diálogo con Télam, para agregar que la firma «autofinanció los costos operativos» con los ingresos que generan los servicios satelitales ofrecidos especialmente por los satélites Arsat 1 y Arsat 2, la conexión de la Red Federal de Fibra Óptica (Refefo), la televisión digital (TDA) y el Centro de Datos.
Los servicios satelitales representan el 38% de los ingresos de la empresa, los servicios terrestres (Refefo) el 44%, la televisión digital el 7% y el centro nacional de datos el 11%.
Al cierre del 2021, Tognetti destacó la importancia de la vuelta a la presencialidad en la compañía, y mencionó el avance en licitaciones para tender y para iluminar fibra óptica.
Entre las últimas licitaciones se realizó la apertura de sobres con la propuesta técnica para el tramo de fibra en la ruta 40 en la zona de El Chaltén, por $88 millones, en la que se presentaron ocho empresas diferentes.
También el 22 de diciembre se abrirán los sobres de las propuestas técnicas para el tramo Río Turbio, en la ruta 40, que son 160 kilómetros de fibra óptica.
«El año 2022 va a ser un año de mucha implementación»; subrayó Tognetti, para agregar que en el marco del programa Conectar «esperamos un avance muy grande con la puesta en valor de la TDA», en referencia a la infraestructura de la red de televisión digital abierta creada en el 2009.
Al cierre del 2021, la red de TDA cuenta con 101 estaciones digitales de transmisión en todo el país, que cubren al 84% de la población.
Tognetti recordó que la red «estaba muy deteriorada», y que cuando comenzó esta gestión idearon un plan para recuperar la red que permite a todos los habitantes tener acceso a televisión digital gratuita, que «se va a realizar durante el año 2022 y en las 101 estaciones», subrayó.
También mencionó como prioridades para el año próximo el desarrollo del satélite Arsat SG1, en la empresa mixta público privada Invap, así como la iluminación de tramos de la red de fibra óptica (Refefo).
En ese sentido indicó que «en el año 2022 vamos a terminar la iluminación de la traza de Tierra del Fuego; los shelter ya están en su sitio y va a estar iluminada en el primer semestre», remarcó Tognetti. en referencia al tramo de 360 kilómetros de fibra tendidos en la isla.
Además de los tramos licitados sobre la ruta 40 en la provincia de Santa Cruz (El Chaltén y Río Turbio) Tognetti indicó que se avanzará con fibra en Catamarca, tras un acuerdo firmado entre el gobierno nacional y el provincial.
Consultado por el diagnóstico de la conectividad en otras provincias como Chaco, La Rioja y Misiones, indicó que se trataban de casos en los que «tuvieron fibra óptica provincial tendida por el ministerio», mientras que Arsat llega a la zona con «su red troncal»:
En estas provincias, como en otras del país, funcionan las Sociedades Anónimas con participación estatal mayoritaria (Sapem), muchas de las cuales recibieron aportes no reembolsables de parte del Ente Nacional de Comunicaciones (Enacom) para asegurar la conectividad de los habitantes.
«Es más simple avanzar donde funcionan las Sapem», indicó Tognetti, para agregar que quienes conducen estas compañías mixtas provinciales «son referentes locales que tienen la experiencia y la capacidad» para llevar adelante los proyectos.
«La Sapem tiene la ventaja de que conoce el mercado provincial», agregó.
En los últimos meses se discutió en el sector por la eventualidad de que Arsat, empresa concebida como mayorista del mercado de telecomunicaciones, pasara a dar el servicio en la «última milla» (de la central a la casa del cliente).
Consultado al respecto, Tognetti indicó que «por ahora estamos explorando la posibilidad de que alguna localidad donde no hay nadie que haya hecho última milla», aunque agregó que la intención es «impulsar que exista un tendido de última milla pero abierto al uso por más de un proveedor», de modo tal que sobre la red de Arsat podrían convivir distintos prestadores de acceso a internet en el último tramo de la red, entre la caja central y la casa del usuario.
Tognetti, físico de profesión, explicó que «hoy día se puede hacer» esta compartición del tramo de la fibra, de modo que cada proveedor tenga sus propios clientes en una fibra de uso común. Es decir, se mantiene el mayoreo pero con una última milla abierta en las localidades «donde no hay algún prestador» del servicio esencial.
Fuente: Télam