Mirando hacia el futuro, IDA aspira a generar una institución disruptiva que unifique y complemente la voz del sector privado en pos del desarrollo de una infraestructura digital que apalanque el desarrollo cultural, educativo y económico del país.
“Queremos ayudar a saldar una deuda del sector privado. El desafío está en llevar la discusión al futuro olvidando las diferencias históricas”, indicó Alejandro Lastra, presidente de la flamante Cámara y Director de Regulación y Asuntos Públicos de Telefónica de Argentina.
Esta nueva plataforma institucional, que nace con 6 socios, se propone nuclear a ISPs, empresas que brindan servicios de telecomunicaciones, proveedores de internet, de televisión por suscripción, de servicios en la nube, entre otras entidades del ámbito de las TIC.
Es por eso que su lanzamiento no pasó desapercibido para las Cámaras e instituciones preexistentes. Justamente Ariel Gaizer, presidente de la Cámara Argentina de Internet -CABASE-, sostuvo sin pelos en la lengua que «la industria tiene suficientes cámaras y generar una nueva no aporta nada, a la vez que implica un debilitamiento de la representatividad que organizaciones como CACPY, CATIP, CAPPI, CATEL, ATVC, CICOMRA, FECOTEL, FECOSUR, y CABASE, entre otras, han construido con mucho esfuerzo a lo largo de los años».
Las políticas que se busca impulsar IDA están nucleadas en una primera versión de un Conjunto de principios para el Desarrollo y Evolución de la Infraestructura Digital Argentina que consta de diez puntos para potenciar el despliegue de la conectividad del futuro y garantizar posibilidades para la sociedad en los ámbitos educativos, culturales y económicos.
“En IDA apuntamos a ir más allá de la visión estrictamente sectorial de corto plazo. Proponemos una plataforma al servicio de la consolidación de la representación institucional, incrementando de esta forma el grado de influencia y reposicionando el sector a los ojos de la opinión pública, los gobiernos y la política”, afirma Sonia Felix, vocera de IDA.
El tiempo dirá cómo evoluciona este contrapunto entre actores institucionales. Por lo pronto, el presidente de CABASE sostuvo que «se necesita fortalecer la representatividad de los actores del ecosistema, y no lo contrario, por un contexto en que el DNU 690, las complicaciones para acceder a divisas que se requieren para adquirir equipamiento para mantener y actualizar las redes y el creciente proceso inflacionario, condicionan seriamente la subsistencia de muchas PyMEs y cooperativas, que necesitan entidades gremiales fuertes y comprometidas con las necesidades de sus asociados».