o Arrésteme sargento y póngame cadenas… ustedes elijan.
Una de las cosas que pasa cuando ocurre una crisis/pandemia/tragedia fuera de cálculo es que surgen todas las virtudes y los defectos de la humanidad. Y las empresas, estimade, están manejadas por humanos, al menos por ahora.
En principio, coincidamos en que el sector, que se veía a si mismo como la prioridad número 400 para la gestión gubernamental actual, resultó que por efecto de la pandemia saltó al top five.
Ahora bien, tomen un paso de distancia y observen lo que está pasando. Por un lado el Enacom está activo resolviendo con las grandes empresas -porque de la masividad se trata- que no corten los servicios, que acomoden modos de pago, que bajen la resolución de los contenidos en video para proteger las redes. Bien por elles.
Mientras escribo estas líneas me llegan los borradores de nuevos acuerdos, esta vez de Arsat con telcos y carriers para asegurar capacidad para todes. Qué oportuno….justo yo iba a cuestionar que no se sabe que está haciendo la empresa estatal de soluciones satelitales, a su vez administradora de la REFEFO y que mantiene un reserva unas cuantas frecuencias..
Mientras, en otro rincón de nuestra -ahora sí- Ciudad Gótica, la Secretaría de Innovación Pública saca la aplicación del Covid19 para los que llegan, o mejor dicho llegaban, del exterior, y el bot de whatsapp para ayudar en la difusión de la información correcta. Fuera fake news!!!
Aunque no todo lo que brilla es oro, y una cosa es patear el barrio por street view y otra con los propios pies o a través de quienes si están en el territorio.
Ahí dónde está el segmento social a quien de alguna manera hay que hacerle llegar recursos en esta emergencia, porque…. HELLOOUUU Argentina tiene un 40% de su economía en la informalidad, trabajadores sin registrar y no «monotributistas», sino «trabajadores sin registrar».
Los mismos grupos que no tiene tarjeta de débito, ni cuenta bancaria alguna, es de esperar que tengan smartphones con capacidad para usar aplicaciones de billetera virtual?. No se, solo pregunto….
Entre tanto, CATIP y otros actores PyMEs suben a la mesa de negociación las deudas que el sistema vigente tiene con este segmento de la economía, por la incapacidad de resolver las asimetrías vigentes del mercado, gestión tras gestión, simplemente porque SIEMPRE hay otras prioridades y porque el dinamismo es justamente una característica del mercado.
Claro que también tiene que ver con la preocupación por el futuro…el más mediato, el de dentro de un rato. Hasta la semana pasada, la reacción era «se verá quien tiene espalda para aguantar el parate»… ahora, después de la movida de Techint de eliminar 1.400 puestos de trabajo, el argumento de la espalda o no espalda cae como saco roto. Y eso sin contar que Techint suspendió varios proyectos que había encarado con tecnológicas a principios de este año.
Si Techint no puede capear la tormenta, qué esperan que hagan las PyMEs del interior que, como dijo Tulisi, no pueden cobrar a sus clientes porque la mayoría no está bancarizada.
Ayer el Presidente Alberto Fernández fue claro. Y si la movida de Techint fue un «tanteo» a ver que pasa, bueno, tuvo su respuesta.
Se expande la cuarentena, entonces me pregunto ¿Es momento de sacar los viejos problemas y asimetrías sin resolver y ponerlos a debate en medio de la emergencia? no lo se. Puede que si, puede que no. No soy juez, solo una observadora.
Lo cierto es que el aislamiento se extenderá al menos una quincena más. Es de esperar que las empresas tengan como responder al cliente que se le acaban los datos móviles, al que se le rompió el decodificador o a quien se le rompió la pantalla del móvil.
Las empresas no quieren dar la información, pero lo cierto es que una sola de las móviles repone normalmente (o sea hasta febrero pasado) entre 90.000 y 100.000 móviles, ya sea porque los clientes los pierden, se los roban o se les caen en el inodoro… a quién no le pasó?
Y con esto de mantener las oficinas físicas cerradas o la resolución que las dispensa de hacer reparaciones dentro del hogar del cliente ¿se podrá atender esa reposición y resolver la tasa general de averías?
Ni hablar de que salga de servicio un servidor, o que el clima nos pegue un revés.
«Estamos bien, estadísticamente mejor que Italia, España y Estados Unidos», me dicen les funcionaries. OK. Pero esta semana el coronavirus dejó de ser solo estadística para la comunidad tecnológica argentina y pasó a tener nombre y apellido. Por ello cierro este editorial con un abrazo a la gente de Infosis, especialmente a Alejandro Ortíz.
