Mientras salen los nombres y las explicaciones de la presencia en los Pandora Papers, por acá seguimos abogando por debates con la consigna #QueNoSeCorte.
Pero que no se corte el debate por discutir si hay reglamento o no para hacer reuniones presenciales, ni por el significado y el significante de una foto, ni por los tiempos electorales, ni por si usan alpargatas o zapatillas caras.
#QueNoSeCorte, supo ser un programa impulsado por la entonces AFTIC…, pero tampoco hablamos de eso.
#QueNoSeCorte el debate, las ganas de encontrar soluciones por encima de las chicanas y las arengas políticas. De eso estoy hablando.
De hecho, se espera que esta semana la comisión del Senado Nacional de Sistemas, Medios de Comunicación y Libertad de Expresión avance en la conjugación, confluencias, armonización, articulación… bue. En definitiva, con hacer que de los 6 proyectos existentes sobre la declaración de las comunicaciones como servicio público, quede uno que puedan llevar al recinto.
La culpable de que vuelva a la cabeza el #QueNoSeCorte fue la investigadora del Cocinet Bernardette Califano, quien puso en claro las preguntas que deberían hacerse los reguladores y, en este caso los legisladores nacionales, antes de redactar normas que terminen siendo «espasmódicas». Fue ella, eh?
EL cuestionario arranca con ¿por qué queremos declarar a internet como un servicio público, estratégico y en competencia?
Para seguir con ¿queremos promover la inclusión social, disminuir brechas digitales, fomentar la participación de distintos actores?; ¿que esos nuevos actores participen en servicios?, ¿en infraestructura?
Y remató con: «¿se busca regular precios?».
«Responder estas preguntas para elaborar políticas públicas coherentes, articuladas, que no sean espasmódicas». Aha… mirá vos… «Que sean a largo plazo y articuladas con otras iniciativas de gobierno».
También sostuvo que la «conectividad es un primer nivel de brecha digital», pero hay otros… como por ejemplo que «el 90% de los usuarios de telefonía móvil tiene planes prepagos, los más onerosos y los que más se usan en los grupos populares »
Otros niveles de brecha digital son «la calidad de la conexión y los usos sociales de la tecnología»; pero claro… primero tiene que haber gente conectada en todos los puntos del país, sin excepción.
En ese sentido, el que utilizó los datos del último reporte de CABASE sobre conectividad, fue el ex Secretario de Comunicaciones, Henoch Aguiar, quien ofreció una lectura novedosa para llegar a una conclusión que, no por repetitiva, deja de ser necesaria.
Aguiar recordó, con los datos en la mano, las desigualdades de conectividad entre las provincias y remarcó que «no es lineal» la relación entre nivel de conectividad, ingresos per cápita y PBI de cada una de ellas.
También llamo la atención sobre La Pampa y San Luis, que son las dos provincias con mayor porcentaje de conectividad (sin contar a CABA). Ambos casos muestran que «cuando se rompe la lógica de que a tantos ingresos corresponde tal nivel de conectividad, cuando vemos políticas provinciales de largo plazo, con una continuidad de más de 15 años en este tema».
Como siempre, Aguiar, habló mucho y superó los plazos previstos para en el cierre. Insistió en que «con una regulación dinámica, la competencia hace que el otro sea mejor». «Quizás no bajen precios, pero darán más prestaciones», y que una regulación trabajada, «judicializada», lo que hace es «retraer».
Retraer no significa que alguien levante fibra o antenas y se corre… NO.
Retraer es no crecer.
Dato de color… el «pizarrón» de Aguiar, que según su propia explicación, es «un pizarrón y un violín», bueno a tocar violines… sin desafinar…
Nos Vemos la semana que viene.