Ni somos Vladimir o Estragón.

Somos usuarios de servicios de telecomunicaciones que ansiosos y anhelantes para presupuestar nuestras vidas y/o empresas esperamos «EL» anuncio sobre los valores que pagaremos por conectarnos digitalmente.

Si bien en pandemia todo se ralentiza, estaría bueno que avanzado diciembre, el Enacom anuncie:

1.- Qué universo de personas quedará comprendido bajo el modelo de tarifa social/servicio básico universal.

2.- Qué aumento se autorizará para el resto de los usuarios.

El punto 1.- ya previsto en el DNU que declaró a internet, la telefonía móvil y la TV paga como servicios públicos esenciales y en competencia, fue recordado en los últimos días por uno de los directores del ente, Gustavo López.

Está claro que la pandemia y el aislamiento re-valorizaron a las comunicaciones, por la red que quieras, fija móvil, satelital o como sea, pero no en pesos, sino como servicio esencial, por su rol comunicando personas y acercando soluciones a las necesidades básicas de esto que somos: humanos.

Vulnerables ante el virus, ante el desempleo, ante el hambre.

No hace falta recordar que ya congelados los precios, el Gobierno reactivó la distribución de tablets para estudiantes y docentes y repartió tarjetas prepagas a quienes viven en barrios vulnerables. Solo por caso vale citar Villa Azul, una de las primeras barriadas que tuvo que aislarse, enjaularse, hasta que entendimos que el virus traspasa vallas.

Otra muestra clara de la importancia de la comunicación con el otre para sostenerse laboral, educativa y anímicamente.

No hablamos de conectarse a internet para comprar viajes a Miami, sino para completar el formulario del IFE, pedir el turno en Anses, y avisarle al profe de matemáticas que finalmente se pudo bajar el archivo para hacer la tarea.

A este perfil de usuario prepago, le sigue el cliente que no pudo sostener el servicio que tenía habitualmente, porque, por ejemplo, sus ingresos vienen de turistas.

Consultadas las tres empresas que ofrecen telefonía móvil, solo Roberto Nóbile (y en un evento en línea, dónde no contestar quedaba mal), CEO de Telecom, dijo que 700.000 de los 28 millones de clientes de la empresa habían optado por pasarse a los llamados «planes inclusivos» activados en pandemia.

Esos planes vigentes desde mayo pasado, antes de que el Gobierno re-categorizara como servicio público a la actividad, los clientes podían pasarse de su plan habitual de telefonía e internet móvil a uno que le ofrece 500 megabytes de datos, aplicaciones de mensajería, (solo texto y hablamos de WhatsApp); 500 viejos y queridos SMS, 300 minutos de llamadas en la red del mismo operador y 50 minutos en redes de otros prestadores.

No se acaba ahí sino que incluye llamadas a 0800 y navegación en portales educativos gratis.

Todo por $280 pesucos. (si, soy pre millennial).

Para el prepago móvil el plan inclusivo aún vigente provee por $100 aplicaciones de mensajería -solo texto- (WhatsApp); 300 SMS; 100 minutos de llamadas en la red del mismo prestador y 50 minutos en redes de otros prestadores; llamadas a 0800 y navegación en portales educativos gratis.

Mientras que para internet fijo el plan inclusivo se estableció en mayo pasado en $830 para conexiones de 5 megas.

Ahora bien, estos planes pueden ser, o no, los que conformen finalmente el servicio básico universal, tarifa social, o como quieras llamarlos.

Porque como refleja la obra de Samuel Beckett, todo lo creado por humanos pierde significado, frente al poder del pensamiento (discutible, ya se…).

O sea, la discusión está entre dividir el universo de usuarios en dos o en tres grupos.

Uno de los grupos es el que recibirá tarifa social. En la partición en tres grupos de consumidores se analiza dejar con un aumento inferior al 10% (ponele) a quienes tienen consumos medios y dejar un tercer grupo, que es el de los consumos premium, afuera del control de precios.

También en cierto que la variedad de reuniones de la industria, entre elles más referentes políticos del amplio abanico del frente de todes realizadas en los últimos días, se cruzan los «mapas» sociales, económicos, de consumo, usos y malas costumbres…. porque ya saben que los consumidores son seres insaciables…no?

A todo esto, las que están pataleando de lo lindo son las empresas PyMEs, más las cooperativas, que brindan internet y/o tv paga… porque, otra vez, no están siendo siquiera convidados a las reuniones.

En fin. Qué se espera? Que el anuncio más ansiado llegue de una vez y que una parte de la industria (la de las tres grandes) y Gobierno encuentren un equilibrio necesario para alcanzar la inclusión digital que toda la sociedad necesita.

Hasta la semana que viene.

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TelcosMedia es para mí la materialización de una idea que me rondaba hace rato, casi desde que dejé de hacer el Telcos, allá lejos y hace tiempo, durante el proceso de desregulación de las telecomunicaciones. La industria atraviesa hoy un momento que en muchos aspectos se parece al de aquellos años. Y yo aquí, con un par de canas más, firme al pié del cañón como testigo privilegiada de un proceso en el que finalmente veremos un mercado que abrirá la competencia de todos contra todos. Y este "momentum" tan especial de la industria, en el que todos los días hay novedades, muchas en ON y muchas más en OFF, es la excusa ideal para este revival telco que está dando forma al TelcosMedia, una aventura en la que espero me acompañen.