Heber Martínez, argentino, padre de dos, amiguero a full, de los que siempre contestan las llamadas.
Heber está en el directorio del Enacom desde su creación, a dónde llegó de la mano de su amigo -y ex enemigo-, Miguel de Godoy.
«Un tipo desperdiciado estos años»; comentaron por fuera del organismo.
Con toda la traza del «tipo de barrio», Heber aprendió la responsabilidad del trabajo fabricando bicicletas, que su padre vendía en Palermo. Es de los que va a la oficina todos los días y él mismo lo explica de manera simple: «porque así es un trabajo», se le escuchó decir.
Lo cierto es que llegó a Enacom con su expertise en el mundo de los medios, dónde lo conocen hasta los cámaras. Fue en Telefé dónde descubrió los sabores de la regulación de las comunicaciones y los sinsabores de los intereses en juego.
En esos menesteres se entretuvo cuando le tocó, como gerente de Relaciones Institucionales de Telefe, lidiar con el proceso de adecuación que imponía, allá por 2013 y 2014, la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (Afsca) para ponerse a tono con la nueva ley de medios.
Claro que la mayoría de las adecuaciones se demoraron lo suficiente para caer en el vacío el 31 de diciembre de 2015, cuando a menos de un mes de iniciado su Gobierno, Mauricio Macri borró de un plumazo (con forma de DNU y olor a Clarín) la Ley de Medios, la de Telecomunicaciones y TICs, el Afsca y la fugaz Aftic.
Ese mismo plumazo fue el que le dio vida al Enacom, con Miguel de Godoy a la cabeza y Heber entre sus filas. Ese 31 de diciembre en conferencia de prensa en la Casa Rosada, el jefe de Gabinete, Marcos Peña, anunció: «Hoy se termina la guerra del Estado contra el periodismo» (parece que después se arrepintió y le pareció que desmantelar la Agencia de Noticias Telám estaba bien).
Volviendo a Heber…. le gusta el seguimiento de los temas y de las acciones que se ejecutan, en este caso, desde el directorio del ente.
Un repaso por las validaciones en Linkedin coloca en el podio de sus «skills» a las comunicaciones empresariales, las «media relations», y «televisión»…. así a secas…. como si una sola palabra pudiera decir todo.
Telecomunicaciones, como sector bien complejo, quedó para cuarto lugar. Ahí, ese que está para llegar al podio, pero no le da.
Fue alumno de Alejandro Fargosi, como muches otres abogades que cursaron el master para conocer, entre otras cosas, la evolución de la regulación desde la existencia de Entel.