Ahora que ya se resolvió la suspensión de clases y el pedido formal de que quienes puedan hacer teletrabajo lo hagan, alguien recordará que las telecomunicaciones y la infraestructura de conectividad existen y que son necesarias.
Porque esta crisis por coronavirus puede ser el puntapié para que desde las esferas gubernamentales pongan el oído y el ojo en las telecomunicaciones que, dicho sea de paso, ya tenían muy en claro que no iban a ser prioridad para el nuevo gobierno.
Pero vamos, que el sector precisa atención. Viene con una normativa emparchada de lo últimos cuatro años.
Aunque algunes hagan olas con los «microcortes» de internet, cabe señalar que las conexiones a internet fija aumentaron entre septiembre del año 2015 y mismo mes del año 2019 un 32,1%
Y si bien es cierto que el año pasado telecomunicaciones lideró el ranking de quejas de consumidores (y dicho sea de paso, ayer fue el día del consumidor), también es justo señalar que este indicador hizo «converger» a los servicios; de modo que internet sumó las críticas y quejas por el servicio de móviles y de TV paga.
Y si nos guiamos por los resultados de la encuesta de Sebastián Cabello (ver #EllxsDicen), los demandantes usuarios de 4G están dispuestos a pagar más por un servicio más rápido, al que llaman 5G.
En definitiva, es de esperar que en estas próximas semanas las operadoras de internet fijo y móvil vean un uso más intenso de las redes. No sólo por la cantidad de personas que pasarán a hacer teletrabajo, sino también por quienes al estar más tiempo en su casas (considerando que se restan los tiempos dedicados a ir y llegar a su lugar de trabajo), y en especial por la presencia de los chiques en casa durante todo el día, seguramente se verá un crecimiento importante del tráfico generado en los hogares.
Cierro esta charla sobre infraestructura, recordando los datos difundidos por CABASE; el crecimiento de conexiones de internet de banda ancha en el país aumentó 9,8% sólo el año pasado.
El total de accesos de banda ancha fija a nivel país pasó de 8.347.035 a 9.164.684 de septiembre de 2018 a septiembre de 2019, alcanzando una penetración del 65,8%.
Se mantiene una disparidad importante en las diferentes provincias, ya que la ciudad de Buenos Aires tiene más conexiones que hogares, mientras hay provincias con niveles inferiores al 40%.
Además, si hablamos de velocidad, a mediados de 2015, el mercado estaba dominado casi en su totalidad por velocidades que iban de 1 a 6 Mbps. A septiembre del 2019, las velocidades superiores a 6 Mbps se consolidan en franco crecimiento y ya significan el 60,4% del total, mientras que las que están por debajo de ese valor tienden a la baja año a año y actualmente no llegan al 40% del total de conexiones.
Les consumidores demandan datos, casi diría CoronaDatos. Es de esperar que la infraestructura de conectividad -y las empresas-, estén a la altura de la situación.