Y enfocados, que vendría a ser más o menos lo mismo.
El mercado que hace de la competencia una bandera, que se defiende de las regulaciones asegurando que «mejor no nos regulen», que el mercado resuelve precios y que sólo saben vivir en competencia…, queda cada vez en menos manos.
Sólo en los últimos días se confirmaron dos operaciones de grandes empresas del mundo del contenido.
Por un lado Amazon se queda con la mítica MGM que ruge de placer al ver como subieron sus acciones y el precio pasó de los US$5.500 millones a US$9.000 millones.
Entretenimiento caro, pero el mejor…
A su vez AT&T anunció un spin off de WarnerMedia para fusionarla con Discovery. Valor de la operación US$43 millardos.
Entretenimiento en pocas manos. Y como se traduce esto en el mundo telco? Pues plataformas más y más poderosas que llegan a estas fronteras y se posicionan por encima de la infraestructura de otres.
Mientras tanto, en Ciudad Gótica, Contenidos Argentinos es una iniciativa del Consejo Económico Social, con una serie de incentivos fiscales para que «llenemos de contenido nacional las pantallas».
Las industrias culturales representan el 2,5 por ciento del PBI en la Argentina, generan 250 mil puestos de trabajo de manera directa y otro tanto de manera indirecta.
El acuerdo anunciado apenas hace un mes, prevé el incentivo de las producciones para exportación (que no nos pase como con las vacas, viste?) en el marco de la promoción de economía del conocimiento.
O sea beneficio del 70% en el aporte a las cargas patronales y el 60, 40 o 20% en el Impuesto a las Ganancias en función de si se trata de microPyMEs, PyMEs o grandes empresas.
También se llevó a 0% el arancel para la exportación de servicios que estaba en 5% y se estableció un encuadramiento de la actividad en AFIP que permite un reintegro del IVA en un período inferior a los 60 días.
Todo para generar más producción que permita a la gran mayoría de les actores del país algo tan simple y sencillo como TRABAJAR.
Pero claro, si impulsamos la producción y no hay una continuidad en la protección o dónde poner esas producciones… es como que falta algo…
Es algo, en mi barrio se llama «cuota de pantalla» pero, claro, a algunes les rememora los tiempos de la ley de medios y se ponen loques.
El contenido, que es entretenimiento, también educa, también instala ideas, también influye en el ánimo.
Días atrás, youtuber mediante -en esto de pasar tiempo con hija de 21- me recordó el episodio de #100noches100muertes del año 2015, allá lejos en la padre patria, los EE. UU.
Escuchar el impacto en la sociedad real de esa fantasía, la ampliación del mensaje delirante de que pandillas iban a ejecutar la consigna vía medios tradicionales; inevitablemente me hizo pensar que «nada aprendimos de Orson Wells a la fecha».
Si hoy los # marcan la agenda social, ¿no deberíamos ser más cuidadosos? ¿No deberíamos ser más responsables en la viralización del contenido?.
¿Cómo llegué aca? Ah cierto. Contenidos…
Si les chiques hablan de dinero o de emparedado, en lugar de plata y sanguchito, si les jóvenes trabajadores priorizan su presente y desprecian el aporte jubilatorio; si les periodistas de espectáculos promueven el contenido en plataformas extranjeras y nombran a las compañías sin ningún pudor al tiempo que ignoran los contenidos de las nacionales, creo que estamos en problemas.
Problemas de identidad. Pero eso no es negocio, dicen algunes. No yo. Porque la identidad también tiene que ver con saber y entender que no todes tienen acceso a internet en las mismas condiciones, entender que nadie es pobre porque elije vivir así, entender que hay más de 40% de la población en la pobreza, entender que sin consumidores no hay negocio. Y si los consumidores no tiene recursos para consumir, ni trabajo para generar esos recursos, pues..no hay negocio para nadie
Y todo esta diatriba por las operaciones de AT&T y Warner.
#CulpenAlFeriado
Hasta la semana que viene.