No, no es que ahora me dedico al mundo del espectáculo, aunque podría. Pero mientras dicen que Tinelli vuelve a la pantalla de la TV, resulta que los que están bailando en serio, son los equipos financieros, en pareja con los equipos comerciales.
«La crisis económica provocada por la pandemia y el hecho de que muchos ciudadanos pierdan su empleo o eleven su incertidumbre laboral a corto y medio plazo va a hacer que vuelvan a hacer números para ahorrar en todo lo que se pueda y se dispare la sensibilidad al precio, como ya ocurrió a partir de 2008 con la anterior crisis», dice el colega de Expansión Ignacio del Castillo.
Obvio, habla de las telcos españolas. Pero… y por casa… cómo andamos?
Como bien dice el analista, experto, consultor y master amigo Alejandro Prince «lo último que la gente deja de usar es el celular e internet»; además de que con el aislamiento «se ha incrementado el uso».
Más allá del incremento del tráfico, de cajón que al expandirse el uso de las plataformas para educación a distancia, trabajo remoto y teletrabajo, y el mismísimo comercio electrónico, la «nueva normalidad» estará fuertemente marcada por una digitalización que debería ser esencialmente inclusiva.
Y para que sea inclusiva debe ser asequible (cuánto hace que no usaba esa palabra) y eso significa que todes la puedan pagar.
Al mismo tiempo, ocho de cada diez empresas grandes de la Argentina pidieron el auxilio estatal y se inscribieron en el ATP … y no justamente para jugar tenis.
Para no repetir las obviedades de que esta es una industria de capital intensivo, que es un servicio esencial, aunque no público (y no se alteren… please), y que la conectividad funcionó, pero dale, que todavía falta cubrir población con servicios «asequibles». Y no estoy hablando sólo de las siempre utilizadas como ejemplo localidades o parajes del interior del interior. Ya que en la mismísima Ciudad de Buenos Aires, capital de la competencia, les habitantes de barrios como la Zabaleta, el Mugica y otros, al tener cerrados los establecimientos dónde usaban wifi, quedan resignados al consumo de datos. O acaso alguna empresa tendió fibra óptica por Iriarte al fondo?. No. Y ojo que no las estoy juzgando, solo estoy describiendo que hay poblaciones sin cobertura «suficiente» para esta situación de aislamiento y la expansión de la educación a distancia.
Sabemos que en el Enacom sumaron ahora a los establecimientos educativos de estos barrios vulnerables para entregarles las tablets de +Simple que quedaban en stock. Ok. Bien, porque la mayoría de quienes reciben esos equipos tienen en su grupo familiar, como único dispositivo de comunicación, el teléfono móvil.
Y si a la clase media se le están saturando las compus porque antes la usaban eventualmente para trabajar y ahora se comparte entre trabajadores y estudiantes, imaginate lo que le pasa a quienes no tienen más que un sólo teléfono, y que ahora usan… para sacar el certificado de movilidad, para seguir las clases virtuales, las plataformas educativas, sacar turnos, pagar, si, también para pagar impuestos…
En fin, sueño con un gran «wifi carrier grade», como esos que se usan para los grandes eventos deportivos o recitales, que «ilumine» las villas porteñas y del GBA, y que sea gratuito hasta que pase la pandemia…. será soñar demasiado?
Preocupada por el contexto, pregunté en Movistar como venían los números y me aseguraron que la facturación bajó en el último mes por varias razones: A.- la mayor conectividad es de carácter domiciliario, donde el precio es fijo; (nota de delfino, ahí no estamos hablando de los hogares de las villas). «El valor variable está dado en el servicio móvil y dada la dinámica del aislamiento, el tráfico sobre estas redes se ha visto sensiblemente disminuido», dicen.
También impactan en los números las medidas de «No corte», que en rigor rigen para clientes que sean beneficiarios de la AUH, Asignación por Embarazo, y jubilados y pensionados que perciben menos de 2 salarios mínimos, vitales y móviles, entre otros segmentos considerados en la normativa.
Y obvio que hay un debate sobre el precio de las comunicaciones.
Y si bien en la región el móvil tiene «carga impositiva como si fuera un bien de lujo»; como siempre recuerda Lucas Gallito, desde GSMA; reviso mis facturas y en Argentina, los móviles pagan IVA por 27%, y otres impuestos que en parte van, como sabemos, a las arcas del Enacom, y tiene que ver con el sostenimiento de la administración del espectro y de todas las muchas e importantes tareas del ente. Sumale el 1% que va al fondo del Servicio Universal (nota de delfino….de ahí podría salir el dinero para mi sueño de «iluminar» las villas…si eso no entra en la definición de SU…listo…acá me bajo!).
Entonces….digo, de pronto, pregunto, me parece…. si llegaran a reducir temporalmente el IVA a las comunicaciones móviles, se aplicaría una rebaja directa al cliente final?
Escucho/leo respuestas…
Hasta la semana que viene!