Qué tiempos aquellos en los que se escuchaba decir… Argentina necesita un pacto de la Moncloa… Eso, un pacto de la Moncloa, ese que cerraron políticos, empresarios y sindicalistas.
Ahhh…no lo sabían… bueno… es por eso que ese pacto se usa como referencia de un acuerdo social, porque estaba sentada toda la dirigencia de un mismo país… toda la dirigencia… la política, la empresarial y la sindical.
Las «noticias de los últimos días» no paran de ser malas en el sector de telecomunicaciones -dijo en LatSat el director de Asuntos Regulatorios de Telecom, Hernán Verdaguer.
Y yo que pensaba hablarles del encuentro de LatSat… y de la regulación de los LEO pero no… Pasaron cosas, diría alguien por allí.
Y es que en el fin de semana se conoció que 3 días antes de la última reunión de directorio del ente Nacional de Comunicaciones (Enacom), o sea, del ente regulador de las telecomunicaciones, una de las tres empresas de servicios móviles, Telecom, envió el mismo telegrama a los distintos directores del organismo.
En la misiva decía que anoticiados de que el directorio iba a tratar una resolución preliminar ante la falta de acuerdo de las partes (las tres teleco por un lado y Telecentro por el otro) para establecer condiciones en el marco del reglamento de Operador Móvil virtual… «Siendo Ud. miembro del directorio de ENACOM, le hacemos saber que le reclamaremos civilmente en forma personal todos y cada uno de los perjuicios y gastos que le ocasionara a TELECOM, con su participación en esta decisión, sin perjuicio de que también denunciaremos los sucesos ante la Justicia Penal Federal la posible comisión de los delitos tipificados en los artículos 248 y 265 del Código Penal».
Pero vamos a contar los hechos.
En el año 2014, se abrió el juego en Argentina para los operadores móviles virtuales, pero recién en el Gobierno siguiente, y anterior al actual, cuando era ministro de comunicaciones Oscar Aguad, se dicta la resolución 38 que aprueba el reglamento de Operador Móvil Virtual.
Desde ese reglamento, entre las empresas que solicitaron ser OMV, figura Telecentro.
Cuentan en la empresa que estuvieron negociando con las operadoras de red, o sea, Telecom, Movistar y Claro, que estuvieron un año sin que hubiera una oferta de referencia en materia de precios de interconexión, que son por definición precios mayoristas.
Las negociaciones, con interferencias, se sucedieron a lo largo de estos 7 años y se incrementaron el año pasado, con audiencias varias entre las empresas.
Las últimas ofertas de referencia, que están en la web del Enacom, datan de junio del año 2021.
Dicen en Telecentro que las propuestas «daban margen negativo» para el OMV.
Finalmente el Enacom, en la reunión de directorio del 18 de mayo, aprobó la resolución preliminar, por la cual establece que las operadoras de red den acceso al OMV en cuestión y un plazo de 60 días para que lleguen a un acuerdo de precios y condiciones de prestación del servicio.
Iniciado ese plazo de 60 días, hasta última hora de ayer, ninguna de las tres empresas había iniciado diálogo con el OMV.
Descartamos que aunque normativamente Telecentro puede acceder a las redes, en la práctica ese proceso lleva un tiempo que no se resuelve con subir o bajar una perilla.
Pues bien… en el telegrama previo a la reunión de directorio, Telecom sostiene que el Enacom «no cuenta con estas facultades», es decir, que no debería fijar el precio ni establecer las condiciones del servicio; y que «el propio reglamento que se ha auto dictado (auto ayuda?) el organismo atribuyéndoselas, es nulo, de nulidad absoluta, pues excede las disposiciones de la ley aplicable».
Además de reconocer el estilo floripondio del representante de Telecom, digamos que desconoce en esa frase la vigencia del reglamento vigente, y que el auto dictado no correspondería a la actual integración del Enacom.
Pero supongamos que Telecom tiene razón.
O sea, que si el ente regulador interviene cuando no hay acuerdo de las partes incurre, según Telecom, en delitos fragantes…. y si no lo hace incurre en incumplimiento de los deberes de funcionario público.
Un psicólogo a mi derecha… bien a mi derecha, por favor.
Y esto lo digo «sin perjuicio» de arremeter contra la postura de la frase final.
Dado que, en mi barrio, allí dónde no llegan todas las empresas y dónde escasea la competencia, la frase final del telegrama es simple y llanamente una «apretada», una amenaza de persecución judicial a los funcionarios de turno.
Aunque les abogades de Telecom no lo ven así… y sostienen que avisar que estás por cometer un delito y que por eso te voy a iniciar acciones civiles y penales… es advertencia.
¿El que avisa no traiciona?
Dicho sea de paso, hasta ayer ni el acta del directorio en la que se trató el tema, ni la resolución preliminar que todos parecen haber visto, estaba en los sitios que solía concurrir… perdón, se me escapó el estilo de «sexta»… quiero decir que no estaban subidos en el sitio del Enacom.
El acta de directorio debería incluir quienes aprobaron la resolución preliminar y quienes, como ya comentó el vicepresidente del ente, Gustavo López, se abstuvieron de votar la medida.
Dato aparte. El presidente del Enacom, Claudio Ambrosini, no estuvo en la reunión. Y los opositores Silvana Giudici y Juan del Corral se abstuvieron.
No descubro nada diciendo que la relación público-privada se tensó en este año electoral, al menos en materia de comunicaciones.
Tampoco si digo que de acuerdo al propio protocolo previsto en el reglamento, cualquiera de las partes puede apelar las decisiones a las que llegará en algún momento el Enacom sobre el caso Telecentro.
No escapa, asimismo, que Telecentro es propiedad del diputado mandato cumplido Alberto Pierri…
Ni que de convertirse en OMV, sería el primero con acuerdo de uso de red con las tres empresas, y que en un mercado amesetado, sería un competidor importante.
Ni que esta resolución cumple con lo previsto en los artículos 17 y 18 del reglamento de operadores virtuales.
Y mucho menos original de mi parte, es recordar que esta decisión ocurre cuando el frio invierno congeló las discusiones sobre la licitación de 5G.
Hasta la semana que viene.