
Camino al 5G, o al menos dibujando a mano alzada la hoja de ruta, en Argentina el Ente Nacional de Comunicaciones entregó nuevas frecuencias a las tres empresas operadoras de comunicaciones móviles con red propia para que den servicios de 4G.
Las frecuencias no vienen del aire… Bueno, están en el aire, pero no, no aparecen de nada sino que, en este caso, son las frecuencias que tenía en exceso el grupo Telecom y que tuvo que devolver.
Esta medida, puso en pie de igualdad a las tres empresas en la cantidad de espectro en uso.
El Estado embolsó 27 millones de dólares, que comparado con los 5.000 millones que esperan recaudar por las exportaciones del campo, suena a re poco… pero todo suma.
Además, estos recursos van directo al Tesoro Nacional y no dejan ni el aroma en el Fondo de Servicio Universal.
Las frecuencias en cuestión no son nacionales, sino que cada empresa tuvo que describir para qué localidades las quería.
Claro y Movistar sumaron 10 megas para el servicio de 4G en CABA.
Claro sumó megas en miles de localidades que incluyen CABA, la mayoría de las capitales de provincias, localidades más alejadas como Andalgalá en Catamarca, y algún que otro country y/o club de campo. Es la empresa que más localidades presentó y por ende la que más dinero debe entregar al Enacom.
«Es muy importante esta asignación porque es una frecuencia que permitirá mejorar la experiencia del servicio 4G a los clientes al elevar la capacidad y calidad en un orden del 20% en el uso de la banda 7, identificada también como 2.5Mhz», nos dijo Alejandro Quiroga López, Director de Asuntos Regulatorios e Institucionales para Argentina, Paraguay y Uruguay de Claro.
Movistar, por su parte, dijo a TelcosMedia que se les asignó frecuencias en más de 200 localidades, que implican «casi 30 millones de habitantes, que en la medida que esta asignación se efectivice tendrán mejor servicio de datos en 4G desde el año próximo».
Además, Movistar devolvió megas de la banda de 2.600 en unas 10 localidades dónde «por la cantidad de tráfico no era necesario conservarlas. En dichas áreas el servicio funciona perfectamente con menor cantidad de bandas. La devolución no afecta nuestro servicio ni impide su mejora».
Telecom, la misma que tuvo que devolver los excesos que tenía acumulado, en esta repartija, le asignaron frecuencias en menos localidades de las que devolvió y solo en este proceso.
O sea… se supone que habrá un mejor 4G que en el presente.
En cuanto a la repercusión en el sector, hubo quienes protestaron porque las frecuencias para las comunicaciones móviles siguen siendo para los mismos jugadores, cuando hay PyMEs que podrían sumar el servicio a su cartera.
Desde las cooperativas, en cambio, señalaron que hoy su interés está más enfocado en tener los recursos para tender fibra antes que pensar en frecuencias.
De paso cañazo, así como quien no quiere la cosa, esta semana en estricto off fuentes oficiosas deslizaron a TelcosMedia que «las bandas para 5G ya están limpias», lo que de ser cierto, sería un paso más en el camino al 5G.
Mientras tanto, en otro rincón de ciudad Gótica, se reavivan los motores regulatorios, cuando el foco político social se centra en el daño que generan los discursos de odio.
#AlHaterNiCabida, fue la campaña de Unicef.
Hay quienes descubren el discurso del odio cuando le toca de cerca.
Hay quienes descubren el poder de las palabras cuando otres las convierten en hechos.
Hay quienes siempre odian y hay quienes generan climas.
Y hay quienes repasan su historial y se dan cuenta de que las víctimas del odio siempre están del mismo lado.
Revaloricemos a palabra.
Por su propio peso. Por su capacidad de acercar…. Porque un buen debate no se le niega a nadie.
Hasta la semana que viene!