Aplicaciones para la gestión de flujos de trabajo, mesa de ayuda virtual, sistemas de registro y reportes que ayuden a llevar un control propio de las tareas, y una instancia de autoevaluación, figuran como las principales demandas de los nuevos teletrabajadores, según el relevamiento privado.
Se trata del informe difundido por la empresa Apex América, con el relevamiento de más de 1.200 encuestados ubicados geográficamente en Argentina, Chile y Colombia.
A su vez, desde la empresa especialista en seguridad informática Eset, marcaron que en Argentina «el 51% aseguró que la empresa para la que trabaja no le proveyó de las herramientas de seguridad necesarias para teletrabajar».
En ese relevamiento, más del 85% de los encuestados aseguró haber descargado aplicaciones o herramientas que antes no utilizaba para realizar sus tareas y de ellos el 54% dijo haber corroborado que su descarga era realmente segura, el 38% dijo que no lo verificó.
Esta falta de capacitación para hacer descargas desde sitios seguros, toma relevancia si se tiene en cuenta que así como la sociedad aceleró la adopción de prácticas digitales, empujada por la pandemia, los ciberdelincuentes también expandieron su accionar.
Según la firma MacAfee desde el 1 de enero se identificaron 800.000 ataques en todo el mundo, sólo entre los que usaron el tema coronavirus para acceder a dispositivos y datos de los usuarios de internet.
Este informe asegura que América Latina, los principales países atacados fueron México (3295 amenazas) Brasil (1725 amenazas), Argentina (1128), Chile (903), Colombia (810), Perú (275) y Ecuador (274).
Entre las principales áreas empresariales que sufrieron estos embates se ubican sectores como el financiero, outsourcing y hosting, Gobierno, transporte, Industrial y salud, entre otros.
Más del 80% de las infecciones digitales son troyanos y son los celulares donde estos softwares maliciosos encuentran la puerta de entrada más vulnerable para camuflarse como legítimos y robar, modificar, bloquear o eliminar datos del usuario, según esta empresa.
Los tres estudios revelan que la mayoría de los encuestados comparte dispositivos, ya sean smartphones, notebooks o PC, con otras personas por lo que el resguardo de la información propia y de las empresas para las que trabajan se torna esencial.