Frente a este escenario, el Gobierno nacional -a través de diversos actores como el Enacom y el INTA- comenzaron a trabajar en la implementación de acciones articuladas para expandir los servicios de Internet en el país.
De esta manera, las propuestas trabajadas a partir del 2021 impactaron de manera positiva ya que para el periodo 2021–2022 Argentina se ubicó dentro de los países latinoamericanos con mayor conectividad rural con aumentos cercanos o mayores a 30%, según un informe elaborado por el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA).
Los datos obtenidos corresponden a estadísticas disponibles en materia de conectividad en la región acerca de la ruralidad y de la combinación con fuentes cualitativas para relevar las experiencias en desarrollo relacionados a la conectividad en los últimos dos años.
En este sentido, la investigadora del IICA y referente del informe, Sandra Ziegler, destacó dos políticas principales que provocaron el aumento de la conectividad rural en Argentina.
«La inversión en infraestructura de fibra óptica que amplía la extensión de la misma en el país» y «el desarrollo de redes comunitarias para las áreas rurales, funciona como una de las estrategias que permite la llegada de conectividad donde las grandes compañías no suelen invertir», dijo en diálogo con Télam.
En paralelo, desde el sector privado y el cooperativo, surgieron algunas pequeñas compañías que a nivel local comenzaron a brindar servicios de conectividad rural.
El informe menciona como una de las medidas más influyentes los tres créditos aprobados por la Corporación Andina de Fomento (CAF) -por un total de USD 544 millones-, que impactará en 12 millones de argentinos, promoviendo la inclusión y modernización digital, la transformación educativa y el desarrollo de infraestructura, también se subraya la inversión para el funcionamiento del satélite geoestacionario ARSAT-SG1 que beneficiará a 200.000 hogares rurales en Argentina.
Por otra parte, la Corporación Financiera Internacional otorgó un préstamo de USD 184,5 millones a Telecom Argentina (Telecom) para el desarrollo de las áreas más alejadas de los centros urbanos.
No obstante, Ziegler dijo que si bien Argentina está entre el grupo de países con niveles altos de conectividad significativa rural, «aún es necesario expandir esta llegada porque las áreas rurales, sobre todo las remotas, carecen de conectividad de calidad».
A pesar de esta mejora, la brecha entre la conectividad urbana y la rural también creció levemente en este período, debido a los elevados costos que existen para el desarrollo del segundo.
Un trabajo realizado por el INTA a principios de 2021 permitió sistematizar información y obtener un panorama referencial sobre 311 parajes rurales de 21 provincias, donde se registró que más del 40% de esos sitios no tenían conexión a Internet.
Con el objetivo de achicar estos porcentajes, el organismo impulsó diversos proyectos para ampliar la cobertura digital y mejorar aquellas que ya estaban instaladas, entre ellas la articulación y colaboración entre distintas administraciones estatales, áreas gubernamentales e instituciones locales para potenciar políticas públicas que desarrollen proyectos de conectividad y de infraestructura en distintas regiones del país.
En 2022, una de las más significativas las iniciativas llevadas adelante estuvo a cargo de la secretaría de Planificación del Desarrollo y la Competitividad Federal del Ministerio de Economía con financiamiento del Banco Mundial, como el Programa Agro XXI, que tiene diversos objetivos como el fortalecimiento al INTA para desarrollar un Plan de Conectividad Rural (electrificación rural, caminos rurales y red digital).
Otra de las líneas de acción fue la consolidación de una estrategia común entre organismos públicos para vehiculizar proyectos y políticas públicas de desarrollo federal, arraigo y productividad como también con el sector privado.
Esta situación «implica llevar a cabo una estrategia común para vehiculizar proyectos y políticas públicas de desarrollo federal, arraigo y productividad a través del armado de una mesa multidisciplinaria», señaló el INTA en el informe.
Desde el sector privado, la compañía argentina de internet satelital Orbith lanzó un servicio orientado a firmas agropecuarias y agroindustriales medianas y grandes, ubicadas en zonas rurales, que permite comunicarse a través de telefonía IP, realizar videollamadas, utilizar almacenamiento en la nube, monitorear cámaras de forma remota y colaborar en línea.
Mientras que Syngenta desarrolló la plataforma de agricultura digital Cropwyse, que posibilita administrar las variables de todo el ciclo agrícola desde una computadora o un celular, conecta conocimientos y datos, y permite tomar decisiones de sustentabilidad y productividad.
Por último, desde el IICA dijeron que para continuar logrando un salto importante en materia de conectividad en Argentina se requieren intensificar las inversiones en materia de infraestructura, revisar los marcos regulatorios para favorecer la ampliación de la conectividad, y generar políticas que conduzcan a que los proveedores de internet puedan llegar a las áreas rurales.