Un otorrino a mi derecha!!!

Es que estaba convencida de que me estaban hablando del FAIR PLAY… juego limpio… pero no, o quizás no.

El sector está hablando cada vez en un tono más fuerte sobre el «Fair Share», la parte justa… lo justo y equitativo…

¿Me vas a decir que las empresas de telecomunicaciones están hablando de justo y equitativo…? Pues sí.

Una vez más.

Y no las originalmente telefónicas, sino todas aquellas que tienen redes propias.

Es que tienen una historia de lidiar con los nuevos servicios…

Primero fueron las móviles sobre las fijas. Las comunicaciones móviles tuvieron durante décadas un aporte de parte de las históricas comunicaciones fijas, porque, al fin y al cabo, «había que hacer crecer el mercado».

Esos viejos contrincantes, movidas económicas mediante, terminaron siendo una unidad de negocio de las fijas.

Después fue la competencia con la radiodifusión, y también hubo décadas en las que una telco no podía dar TV por internet…

Acá probaron competir con diferentes tecnologías haciéndole oleeee a la regulación vigente, hasta que lograron liberarse y así como las cableras sumaron internet, pues las telcos sumaron TV. Unas antes que otras.

Pero ahora… este juego limpio… perdón… fair share, no es con empresas que en números son más chicas que las poseedoras de redes.

Ahora el planteo enfrenta a las dueñas de las redes con las dueñas de las plataformas… que, dicho sea de paso, arman también nuevas redes.

¿O acaso no tienen sus propios cables submarinos y tendidos para «acelerar» el tráfico para beneplácito de los usuarios?

Lo que se acelera es la discusión, más ahora que a nivel global el tráfico generado por las plataformas supera el 57%, según algunos, y para la GSMA llega a 80%.

Es decir… todo bien con la competencia, con la colaboración y la competencia («coopetencia», decíamos en los 90), pero use y no abuse, decía mi abuela.

Si de posturas se trata, la Asociación Latinoamericana de Internet (ALAI) sostuvo que el fair share es «un esquema injusto» que le quita recursos a un actor del ecosistema para redireccionarlo a otro que no tiene problemas de viabilidad, «ya que el sector telco reporta ganancias, muestra demanda sostenida y posee capacidad de inversión».

Y… ponele… ganancias tienen, pero el negocio está bajando, porque el ARPU baja, y no hay inversión que se amortice en el corto plazo.

Para la ALAI la propuesta del fair share «carece de fundamento económico y promueve la intervención estatal y regulatoria en un mercado que no la requiere, ya que no presenta anomalías y funciona razonablemente bien».

¿Les suena?

Después revisan el ecosistema de la industria, donde están las dueñas de las redes invirtiendo como pueden para no quedarse atrás en la tecnología. También hay «actores intermedios» como proveedores de servicios de nube, redes de distribución de contenidos, data centers y puntos de intercambio de tráfico, etc, etc, etc.

Este mercado tiene los llamados «acuerdos de peering», cuando dos redes intercambian tráfico, en el 90% de los casos sin costos, en un esquema que termina balanceado.

Dios mercado, según la ALAI, es quien resolvió las diferencia e impuso acuerdos de peering, o como gustan decir «la contribución mutua, al final del recorrido, se compensa».

«En esta misma línea, las plataformas contribuyen con un enorme esfuerzo de inversión y con valor agregado que da sentido al negocio: nadie contrataría conectividad “porque sí”. La razón para hacerlo es para utilizar aplicaciones o consumir contenidos».

Lo dice ALAI, no yo.

El debate abierto en todo el mundo llegó a América Latina, donde a las agrupaciones que representan a las dueñas de las redes, se le sumaron voces que promueven la no aplicación de más tarifas, cero intervención estatal, y bla bla bla.

Brasil se convirtió en uno de los primeros países de la región en los que la discusión cobró cierta formalidad: la Agencia Nacional de Telecomunicaciones (Anatel) realizó una consulta pública sobre las obligaciones que tienen las plataformas de contenidos.

En ese país, el presidente de la Antel, Carlos Baigorri, tiró a la mesa una propuesta nueva: el mercado digital único.

“Nuestros países latinoamericanos pueden pensar en unas directivas como un mercado digital unificado, podemos encontrar una solución específica. Quizás no va a ser la solución que quieren los norteamericanos, que es mantener el status quo».

Tal vez «no sea la solución que están debatiendo en la Comisión Europea”, planteó el líder de la Anatel durante el Congreso Latinoamericano de Transformación Digital (CLTD).

Ni una ni otra posición… digamos, la tercera vía… aunque a muches les cause escozor la apreciación.

Mientras tanto, en Argentina 2024, con los flashes que siguen apuntando al Congreso y preparándonos para una semana XS, el boletín oficial de hoy formaliza la aceptación de la renuncia de Alejandro José Cosentino al cargo de Secretario de Innovación, Ciencia y Tecnología y da cuenta de la designación de Darío Leandro Genua en este rol clave para nuestra querida industria Telco.

Y así… me despido, hasta la semana que viene (o más bien la otra) 👋🏼.

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TelcosMedia es para mí la materialización de una idea que me rondaba hace rato, casi desde que dejé de hacer el Telcos, allá lejos y hace tiempo, durante el proceso de desregulación de las telecomunicaciones. La industria atraviesa hoy un momento que en muchos aspectos se parece al de aquellos años. Y yo aquí, con un par de canas más, firme al pié del cañón como testigo privilegiada de un proceso en el que finalmente veremos un mercado que abrirá la competencia de todos contra todos. Y este "momentum" tan especial de la industria, en el que todos los días hay novedades, muchas en ON y muchas más en OFF, es la excusa ideal para este revival telco que está dando forma al TelcosMedia, una aventura en la que espero me acompañen.