Gonzalo Quilodrán es uno de los directores del Enacom. De entrada, aclaremos que necesita rodearse de personas más creativas, ya que el único sobrenombre que logramos encontrar fue «KILO», que obviamente viene de la fonética de las primeras dos sílabas de su apellido.
Quilo, a quien podrían decirle, el salteño al menos, es licenciado en Ciencia Política, diplomado en políticas públicas para el desarrollo local; y dicen que uno de los temas que lo obsesiona es justamente el desarrollo de las comunicaciones en localidades.
Cuenta la historia, y no la leyenda, que Quilodrán fue el candidato a intendente de Salta, la linda, por el Frente de Todos. Allí supo habitar, y no sabemos si sigue allí, en el barrio Los Profesionales… lindo nombre para una novela de terror… pero no es mi género favorito; allí también vivía a pocas cuadras su compañeros de colegio, amigo, y también rival político, Matías Posadas.
En fin, derrotado en Salta capital, fue convocado por Juan Pablo Cafiero como asesor de la Jefatura de Gabinete, y trabajó fuertemente en la relación del nuevo gobierno con intendentes norteños.
De allí, cruzó la plaza de Mayo, dobló en Perú y después de chusmear algunas de las propuestas de los artesanos, entró al edificio de Enacom.
Quilodrán hizo un posgrado en Historia Económica en Flacso y especializaciones con mucho foco siempre en las economías locales.
Padre de dos y compañero de una, dicen que extraña mucho jugar al fútbol, aunque sus amigues indicaron a TelcosMedia que es mejor crítico que jugador del deporte.
En Salta fue secretario de interior y de municipios, y coordinó la Casa de la Provincia con sede en CABA, porque como todes ya sabemos, Dios estará en todos lados, pero atiende a Buenos Aires…
¿Qué mejor que aprovechar esta crisis pandémica para cambiar eso y hacer honor a nuestro federalismo, no?