
El encuentro de Barcelona, con todas las novedades expuestas, fue el escenario elegido por las empresas europeas para gritar… «ESTAMOS AQUIIIII».
Están ahí, y por lo dicho públicamente, al menos las empresas grandes del sector se ven empantanadas.
No es la primera vez que el sector, en el mal llamado Viejo Continente, percibe que las políticas desplegadas desde centros de poder como Estados Unidos, y ahora China, los deja atrapados en la disyuntiva de seguir las tendencias o marcar el ritmo propio.
20.000 millones de euros al año. Esa es la inversión que las cuatro operadoras más grandes de Europa ponen en infraestructura, recordó en el marco del Mobile la consejera delegada de Vodafone, Margherita della Valle.
Pero fue el presidente de Telefónica, Marc Murtra, quien habló de empresas «titánicas», que tienen su sede en Estados Unidos y China, y que son las que «están, de nuevo, impulsando el cambio».
En línea con los dichos del director general de la GSMA, Mats Granryd, Murtra levantó la bandera histórica del sector y que hoy parece haber ganado espacio en los discursos políticos: menos regulación.
La Comisión Europea, los Estados miembros europeos, los reguladores y otros “deben adaptar su normativa y sus objetivos para permitir la consolidación tecnológica y de las telecomunicaciones”, dijo Murtra.
“Es tiempo para las compañías europeas. Debemos ser conscientes de que la excesiva fragmentación de las telecos europeas, el exceso de regulación y la insuficiente rentabilidad del sector han lastrado a Europa, que se ha quedado rezagada tecnológicamente”, agregó.
Todo esto fue dicho en el panel que reunió a los referentes de las cuatro principales operadoras europeas: Telefónica, Vodafone, Orange y Deutsche Telekom.
Bajo el paraguas de estos cuatro gigantes hay 300 millones de consumidores.
La visión corporativa que expusieron no sólo cuestiona la regulación vigente, sino que plantea como una solución para la competencia con las «titánicas» que los reguladores permitan fusiones que reduzcan el número de operadores en el mercado continental.
Menos operadores, fusiones… ¿les suena?
Y claro que les suena…
Si en la Argentina la ya implementada adquisición de Telefónica por parte de Telecom sigue ocupando a los reguladores (por las dudas, hablo del Enacom), quienes con sus colegas de la Comisión de Comunicaciones, recibieron la tarea de «evitar» el monopolio, expresada por el presidente de a Nación, Javier Milei…
Si, si… el que es de Libra, el signo, ¿lo tenés?
Otra gran frase de Murtra (calificación que corre solo para mis oídos) fue: «si hacemos las cosas como hasta ahora tendremos los mismos resultados”.
Aja… también me suena…
Obviamente, se repiten los conceptos de «entorno más favorable» para los negocios o «queremos invertir» y el infaltable «significará mejoras para los clientes».
Nada se escucha sobre «riesgo empresario» y mucho menos sobre «protección de consumidores».
Pero es injusto pedirles a las empresas que sean ONG.
Para proteger a los consumidores, están los entes reguladores, que cuanto más profesionales e independientes del poder ejecutivo sean, mejor.
Pero no hablaré de lo que desearía haber escuchado (para eso voy a terapia), sino sobre lo que ocurre o escuché que ocurre.
Como, por ejemplo, el cruce entre Milei y Clarín.
Cruce público.
Y sí, es durísimo que el presidente te mencione en la Asamblea Legislativa. Lo sabemos quienes defendimos la existencia de Télam.
Milei, el primero de marzo… acá nomas en el tiempo… dijo que «Con ese chiste de la pesificación asimétrica impulsado tan alegremente y bancado por Clarín, que después tuvo su Ley de Medios para que no quiebre, les robaron a los argentinos 30 mil millones de dólares».
Claramente, está haciendo un revisionismo histórico sobre la aplicación de la Ley de Medios, que fue parte del enfrentamiento de Gobierno kirchnerista con el grupo.
A esta mención Clarin mantuvo en el portal, y con acceso libre, la respuesta corporativa en la que aclara que nunca fue beneficiado por la devaluación ni por la licuación de deuda.
Se remontó al 2001 para decir que «en pocos días, su deuda se multiplicó por cuatro mientras sus ingresos se mantenían en pesos y además se reducían por efecto de la recesión».
Solo diré que lo mismo nos pasó a todes quienes habitamos en Argentina…
El caso es que habrá que esperar los próximos movimientos. Ya sea de los reguladores o de los tribunales.
Y mirá, dejo acá como perlita para no olvidar.
Les dije que la reunión de la comisión de Comunicaciones con los expertos del mundo cripto iba a ser importante… ¿no? Bueno, el fiscal que lleva la investigación por la criptoestafa pidió la transcripción de lo dicho en ese encuentro.
No se pierda el próximo capítulo… en este newsletter.
No cerraremos sin recordar a todes que:
El 8 de marzo no es un «feliz día» para las mujeres. Es un día de lucha, de reivindicación, de defensa de los derechos que hemos ganado por las luchas anteriores y por lo derechos a ganar.
No se trata de ser o no ser woke. Se trata de que en Argentina, y hablando de medios, solo el 30% de las posiciones de liderazgo están a cargo de mujeres.
Es más, hoy por hoy, al techo de cristal en lo profesional se suma un retroceso contable en la seguridad, la libertad y la equidad.
En Argentina hay un destape de la violencia contra las mujeres y disidencias efectivo y cultural.
Cómo dato, al comparar la tasa de desocupación entre varones y mujeres del tercer trimestre de los años 2023 y 2024 resulta que, en los casos de varones el desempleo creció pero no llega a un dígito de diferencia ( 5.3% en el tercer trimestre del 2023 y 6,2% en el mismo periodo del año pasado).
Ni hablar de la brecha salarial, que se ubica en 27,3% del total de Ingresos por Impuesto a las Ganancias… el 75.4% es aportado por varones y el 24.6% por mujeres.
Estos y otros datos están en el informe del Centro de Economía Política Argentina (CEPA).
Hasta la semana que viene 👋🏼.