El Ente nacional de Comunicaciones (Enacom) calificó de manera positiva el trabajo realizado para extender la conectividad en el país, en medio de dos años atravesados por la pandemia de coronavirus y el incremento de la demanda de acceso a internet.
«El balance que hacemos es positivo», dijo el vicepresidente de Enacom, Gustavo López, a la Agencia de Noticias Télam.
«Pudimos extender las redes de fibra óptica financiadas con el Fondo de Servicio Universal», agregó el funcionario.
Recordó que en 2020 se crearon «10 programas que fuimos desarrollando en el 2021, dando subsidios por caso $12.000 millones en lo que va de la gestión».
Estos fondos permitieron «la extensión de la red federal de fibra óptica», así como las obras de conectividad encaradas por pymes, cooperativas y las sociedades estatales provinciales (Sapem) para ampliar o mejorar la tecnología de las redes que permiten el acceso a internet, agregó.
No obstante, López indicó que queda «el sabor amargo» por la judicialización del decreto de necesidad y urgencia 690 que impidió la aplicación de los topes de aumentos de los servicios de comunicaciones.
Si bien las medidas cautelares iniciadas por la asociación de tv por cable -encabezada por el grupo Telecom- y por Telefónica impidieron la aplicación de la norma, el funcionario señaló que elevaron una «propuesta a las empresas» de cara a 2022.
«Les hemos propuesto a las empresas algún parámetro de discusión para que el 2022 pueda ser previsible para las dos partes: para los ciudadanos en general y las empresas en particular», indicó.
«Esperemos que en el curso del verano podamos llegar a una especie de entendimiento y hacer un 2022 más previsible», agregó.
La previsibilidad es un concepto también utilizado desde el ambiente corporativo, porque consideran que es indispensable para la planificación de inversiones especialmente en materia de infraestructura.
Conectividad e infraestructura
Según datos del Indec y el Enacom, cerró 2021 con más de 54,7 millones de líneas móviles, más de 42 millones de líneas activas y 32 millones de conexiones de internet de banda ancha móvil,
También se cuentan con 9,5 millones de conexiones de banda ancha fija (con un crecimiento de 6.5% anual desde 2014) y un parque de computadoras en uso superior a los 23 millones de unidades.
La evolución de la infraestructura, las redes inalámbricas, terrestres, satelitales, que soportan el uso de estos dispositivos «ha sido positiva a través de los años comparativamente con otros países de la región», indicó a Télam el titular de la Cámara de Informática y Comunicaciones (Cicomra), Norberto Capellán.
«Esto fue posible por importantes inversiones del sector público y del sector privado, tanto de empresas grandes como de medianas y chicas», remarcó el directivo de la cámara que nuclea a los principales actores del sector.
La infraestructura «respondió adecuadamente durante la pandemia» al crecimiento de la demanda de servicios, con un incremento del tráfico de datos «superior al 45% en la bajada y del 230% en la subida», la aceleración de «la adopción de servicios en la nube en más del 45%» y un alza del 80% en el comercio electrónico, apuntó Capellán.
Agregó que «se pudo pasar mayoritariamente a la modalidad de teletrabajo (más de 8 millones de personas) y se utilizaron las TIC intensivamente para las transacciones financieras, para las aplicaciones de salud, para la educación (más de 12.5 millones de chicos y jóvenes) y fundamentalmente para mantenernos conectados».
«A pesar de las distintas etapas de condiciones macroeconómicas desfavorables, la evolución de los accesos de internet no dejó de crecer a través de los años, utilizando distintas tecnologías», agregó.
Remarcó que «la tecnología siempre está evolucionando y es necesario invertir constantemente para mantenerse al día», y recordó que el sector TIC se invirtieron sólo en infraestructura US$16.000 millones desde el año 2013, y se generaron 220.000 nuevos empleos en el mismo período.
De cara al 2022 consideró que «la digitalización es uno de los motores de la economía, es necesario asegurar reglas de juego que fomenten la competencia justa y no sean barreras a la innovación y el desarrollo de una industria vital para el crecimiento del país».
Tras criticar el DNU690, el directivo dijo que «el desarrollo de la conectividad requiere inversión y competencia; para ello es necesario desarrollar un marco regulatorio que brinde previsibilidad al sector y la seguridad jurídica necesaria para que las empresas del sector realicen sus inversiones con reglas claras».
E insistió que «es necesario, entre otras cosas, también generar políticas públicas que impulsen la complementariedad entre actores para llevar conectividad a todo el país reduciendo costos».
Fuente: Télam