Y por qué no?
Si es por poner títulos y nombre, ya tengo registrado dólar chipá, dólar salmón, dólar led, y otros que vayan surgiendo… vamos, que dólar Malbec es como demasiado obvio…
Y nada dijimos del dólar TV… como para traer los que hace Personal en Paraguay.
No importa cuanto insistan en explicar que no hay un dólar tecno, sino una ampliación del cupo para acceder al mercado libre de cambio. El concepto del dólar por sector ya está instalado, mientras tanto, la inflación sigue su curva ascendente y, como siempre, las penas son de nosotres y las vaquitas o los dólares, son ajenas.
Por si alguien no cayó en la cuenta, la estrategia es devaluar de a cachitos… no de golpe. Y en áreas tan pero tan (piiiiiii) cómo el dólar cultura -o como bautizaron los medios el dólar Coldplay-. Decí que recuperamos el oro enviado a Londres… No ilusos, el de la colonia no, sólo el que envió el gobierno anterior como respaldo de pago de deudas.
Alumbrados por el reflejo de los lingotes de oro, y mientras no aparezca un imitador de la Casa de Papel, surgen las precisiones del valor del dólar para las compras hechas en el exterior con tarjeta de crédito… mientras en Ciudad de Buenos Aires, un grupo de legisladores intentarán este jueves que los porteños dejemos de pagar un impuesto que pesa sobre los consumos tarjeteados.. Sí, un impuesto que pagan sólo quienes viven en CABA.
Y cómo de mirar lo que pasa afuera se trata, en el marco del American Business Forum, que se hizo en Uruguay organizado por Movistar, TelcosMedia se detuvo en un par de presentaciones y encontró frases que nos dejan pasmados… En primer lugar, el responsable de Disney, Diego Lerner, que sin dudarlo dijo que «de las plataformas actuales se irá a una concentración». Y que, obviamente «quedarán algunas, entre las cuales estará Disney». Y si bien Lerner no descubrió la pólvora, lo cierto es que si lo dice él, suena distinto a que lo diga una, no?
Dicho sea de paso… bajaron el video del evento en Youtube… sniff sniff.
Justo esta semana, y sin que tenga nada que ver, Kantar difundió un informe en el cual muestra que casi la mitad de les argentines somos poco leales a las plataformas. Y bueno, ya lo dijo el pensador argentino Enrique Carrier «que las plataformas deberán esforzarse para retener» a les clientes.
Volviendo a tierra uruguaya, allí dónde algunes argentines encontraron nuevos hogares, en el evento también estuvieron presentes Martín Migoya y Guibert Englebienne, de Globant.
Y casi me desmayo al darme cuenta de que Migoya y yo coincidimos en un par de conceptos. (Reitero… no es lo mismo cuando otres dicen lo que una).
Primera coincidencia: «esta bueno interactuar en persona, mejor que un zoom… la gente empieza a usar las oficinas como espacios de encuentro… una gran fuente de las amistades de la vida tiene que ver con el trabajo».
Bien… ¿o sea que ya salimos de la burbuja de que el trabajo remoto y el teletrabajo son lo único posible para ser feliz? Claro que lo dice quien se fue a vivir a Uruguay para manejar desde allaá la oficina que funciona en Argentina…
Segunda coincidencia y esta sí que casi me hace caer de la silla «Metaverso suena a Mucho verso». Ploop!!! (sólo para mayores de 45).
Obviamente que luego explicó y retocó para no quedar como un analógico, pero que lo dijo, lo dijo . Pasame la cinta Gonzalito (ahí me fui a la prehistoria… sólo para mayores de 54).
Como siempre más sereno, don Guibert, hablo del «cambio de era» y modernizó la metáfora al decir que ese cambio ocurrirá en «aquellos países que puedan mover a que la población entienda mejor la tecnología y no se pierda el tren de alta velocidad hacia el futuro».
Obvio que dejaron en claro que Uruguay hizo todo bien. O -y cito textual-: «En Uruguay, independientemente de quien fue dueño de la pelota, patearon para el mismo lado»… O se que no era un partido de fútbol, porque si todos patean para el mismo lado no hay competencia, y sin competencia no hay triunfo, ni mérito ni… Bueno, ya me puse quisquillosa.
Dato que lanzó Guibert al aire: «3 de cada 4 programadores son varones», así que toda política para alentar la inclusión, permanencia y evolución (léase… denle espacio para hacer carrera también a las mujeres) es bienvenida y aplaudida.
Y como no puedo dejar de hablar de la tierra que sí pisamos… al menos en TelcosMedia hablemos de la Argentina, donde el fin de semana largo, a falta de noticias económicas y políticas (qué es el cambio de tres ministres en un país que supo tener 5 presidentes en una semana?), el ex presidente que quiere vender muchos libros se mete con las empresas del Estado. Y si bien de la ecuación saca a la Arsat que supimos construir porque «tiene recursos propios», vuelve a agarrarse de las empresas como Aerolíneas y/o Télam y la TV Pública, porque su funcionamiento depende de los recursos del Estado.
No puedo dejar pasar esto sin señalar que las empresas publicas como tales, tienen un fin distinto al de ser generadoras de riquezas.
A diferencia de una empresa del sector privado -sea del tamaño que sea-, la generación de riquezas no es el objetivo de una empresa del Estado.
Nadie le pide a una empresa privada que tenga rentabilidad cero y que siga funcionando, ni que reparta toooda su facturación entre sus trabajadores.
Hace muchos muchos años, en uno de los lindos y pintorescos pueblos de Argentina, me llamó la atención que mientras las casas de las familias del pueblo tenían los baños fuera de la vivienda y con letrina, la escuela del lugar (la única escuela, obviamente de gestión estatal) tenía hasta cuatro baños con sanitarios de primer nivel.
Con la claridad que tienen las personas de campo, el jefe del pueblo me explicó que la idea era que la escuela mostrara al alumnado que hay otro modo de vida, además del que tienen en sus casas.
La escuela pública era el espacio para despertar interés, para elevar el modo de vida.
Los años podrán decir que una década después, esa misma escuela tuvo la primera conexión a internet del pueblo. Y no sólo para el alumnado, sino para todo aquel que quisiera aprender a comunicarse o a usar esta nueva herramienta.
Pues bien, en el caso de las empresas estatales es lo mismo. Deben ser faro, referentes, con celo extremo por la calidad. Porque su misión no es tener resultados financieros positivos. Para eso, está el sector privado que, dicho sea de paso, al revisar la historia económica Argentina en más de una ocasión necesitó y obtuvo el apoyo del Estado.
Mirá si será importante tener un Estado fuerte, que hasta el Nobel de Economía se lo dieron a Douglas Diamond y Philip Dybvig quienes proponen la creación de «seguros de depósito» de parte de los gobiernos para evitar la «vulnerabilidad» de los bancos… de todos los bancos… estatales y privados.
Mi abuela decía «no le pidas peras al olmo»… Pues bueno, zapatero a tus zapatos.
Hasta la semana que viene.
