En breve habrá un anuncio oficial, pero mientras despejan agenda, yo les cuento que Arsat e Invap ya firmaron el contrato para la construcción del nueviiiiismo Arsat SG1 (basta de decirle Arsat 3, ok?).
La noticia es buenísima, para los ingenieros, técnicos y otros involucrados de las ambas empresas, y es excelente para que el Gobierno deje en claro que la fuerte apuesta por el desarrollo del sistema satelital nacional, no queda en una foto en Benavídez con las antenas detrás.
No señor, acá se hace lo que se dice.
El sistema satelital es una política que avanzará, con mayoría de financiamiento a través del BID, porque así se podrá asegurar la prestación de servicio dónde no llega la fibra óptica y dónde la REFEFO no tiene «ultimamilleros» (en esta industria viven sacando palabras y jerga de la galera…. dejenme una a mi).
Obvio que el satélite en la banda… (siempre me confundo…era la KA?) no va a estar mañana en órbita. Pero el contrato es el paso final y formal para que Invap arranque con su tarea.
Como ocurre siempre en el ambiente de la tecnología, si usas un dispositivo moderno, seguro seguro que tenés que corregir, actualizar, y hasta cambiar por otro lo que usabas con el dispositivo anterior…
Calma. Lo que estoy queriendo decir, en mi estilo siempre complejo, es que la estación terrena para un satélite SG1 no será la misma que para los queridos Arsat 1 y 2 … esos que (vaya uno a saber por qué ) alguien recordó que 30% de su facturación de servicios es en dólares, que entran a la empresa pública (información que ya conocíamos en la era pre pandemia).
En fin, lo cierto es que un contrato firmado permite avanzar sobre un terreno más firme, aunque hablemos de satélites. 😜
Y hablando de infraestructura de comunicaciones, días atrás hablamos del mercado con Tadeu Viana, Director de Ventas de CALA y Hernán Anté, Gerente de Ventas para El Cono Sur | Carriers/5G, ambos de la empresa Corning.
Viana señaló que en los mercados latinoamericanos la palabra clave para hablar de inversiones es «tipo de cambio», en toda la región, no solo en estas pampas.
También subrayó que la pandemia reflejó la necesidad de cobertura dónde no había, y por ende la prioridad de extender los servicios para que la fibra óptica «llegue a todos los hogares».
«La pandemia modificó el uso de internet de las oficinas a los hogares, y hubo un incremento del tráfico», que en la nueva normalidad «no bajará demasiado. Es más, probablemente muchos hábitos de trabajo en el hogar o de educación en el hogar se mantendrán».
Respecto a las operadoras, Viana señaló que «hay operadoras que están avanzando con una especie de upgrade de software para exprimir el 4G», pero no es 5G, porque esta tecnología «requiere de frecuencias», y las subastas en general «fueron retrasadas al 2021».
Acotó que la mayoría de las operadoras en la región «aún no tienen en claro como monetizar» la avalancha de nuevos servicios que vienen de la mano de la nueva plataforma 5G.
La pandemia fue un «catalizador» en la opinión de Viana, quien no dudó en señalar que «la falta de plata hace que no discutan si es bueno o malo compartir redes; las empresas están encontrando formas creativas de construir infraestructura para llegar con más fibra al hogar».
Por su parte, Anté, señaló que el ritmo de inversiones fue «bastante estable» respecto de otros años, que «algunos proyectos de grandes empresas se demoraron» y que «las cooperativas como siempre están muy impactadas en sus decisiones por la incertidumbre».
En mercados como el argentino «la palabra clave es financiamiento», aseguró que se suma al «tipo de cambio», porque en casos como en de Argentina «no sólo afecta la compra de bienes de capital, sino el atesoramiento y la capitalización» de las empresas.
A las perspectivas 2021, dónde 5G aparece como el gran tema, Anté anotó también a la industria del petróleo, gas y minería, sector en el cual «hay un movimiento interesante» de inversiones en tendido de fibra.
«Un hilo de fibra permite transmitir 50 mil veces más información que el par de cobre», recordaron….por si hacía falta.
El viejo y querido par de cobre que tanto ayudó a extender el uso de internet en los hogares, pero que ya no alcanza, porque, como señaló Anté, «con 3 megas no se puede vivir».
Y hablando de megas, no puedo dejar pasar que con un pie en diciembre, no hay definiciones sobre como será el comportamiento de precios cuando se descongelen los precios el 31 de diciembre.
¿Quedarán los servicios de menos de 3 megas congelados al precio actual y se habilitarán aumentos para los que consumimos más datos?
¿Se extenderá el congelamiento, aunque sean los meses de verano?
¿Será el frezeer para la vacuna Sputnik un calentador, comparado con el frio de los precios de las comunicaciones?
Quizá una pista está en el mensaje que una de las empresas del sector comenzó a enviar a sus clientes corporativos: Te acordas del aumento de marzo de este año que no implementamos? PUMM Te toca aumento del 24% a partir del 1 de enero. En palabras mucho más elegantes, por supuesto.
Hasta la semana que viene