Fundada en 2013, Ripio fue una de las primeras empresas argentinas en ofrecer compra-venta de criptomonedas en el país y hoy cuenta con más de 7 millones de usuarios en Argentina, Brasil, Colombia, México, Uruguay, España y Estados Unidos. Además, forjó alianzas con empresas como VISA y Mercado Pago, a quien proveyó la tecnología para lanzar en Brasil su propio token cripto; y es la única firma cripto de América Latina en los espacios de debate del Foro Económico Mundial en temas de adopción y regulación de criptoactivos.
En una entrevista con la Agencia de Noticias Télam, Serrano aseguró que «lo más sensato es que haya una ley cripto en la Argentina» que fije estándares de seguridad informática, manejo del dinero de usuarios y habilite nuevas integraciones con actores como bancos y otras empresas, que puedan emitir obligaciones negociables a través de unidades digitales en blockchain (security tokens).
También hizo referencia a los coletazos de la crisis bancaria en Estados Unidos, de cómo las criptos empieza a permear en otros usos e industrias, y la forma en que las empresas argentinas del sector podrán enfrentar el fin del «dinero gratis» y la llegada al país de grandes firmas.
A continuación, los principales tramos del reportaje con Télam:
Télam: La crisis bancaria en Estados Unidos provocó que una de las principales stablecoins centralizadas (USDC) perdiera la paridad con el dólar. ¿Qué necesita la industria cripto para que episodios así no se repitan?
Sebastián Serrano: Parte de esta apreciación de Bitcoin y Ethereum tiene que ver con una especie de «flight to safety» en que los usuarios se fueron de las stablecoins. Creo que es parte de esta incertidumbre regulatoria y de un error político y geopolítico de la administración de Estados Unidos, porque hoy es más seguro, aunque no sea transparente, funcionar con una empresa offshore. USDT (la stablecoin de Theter), que tiene todo en bancos offshore y con poca claridad respecto de la custodia, no para de triunfar. Porque parece más seguro estar lejos del alcance del gobierno americano, a diferencia de USDC (la stablecoin de Circle) que son fundadores americanos y trata de hacer todo bajo las reglas. Por eso, Circle está intentando que pase una ley que se llama Stablecoins Act, que le daría acceso a la FED directamente (es decir, a guardar sus reservas de efectivo en la FED y no en un banco comercial). Si eso pasa, USDC va a ser mucho más segura, porque dejaría de depender de lo que le puedan pasar a los bancos.
T:- ¿Existe una regulación adecuada para cripto?
SS:- Esta tecnología tiene esto hermoso de que vos puedas ser tu propio banco, puedas recordar tus clases privadas y no depender de nadie para tu custodia. Yo creo que no todo el mundo tiene el tiempo, los conocimientos, la energía o el interés de dedicarle todo lo que requiere. Lo que termina pasando es que suele haber estos nuevos jugadores, que somos nosotros, que hacemos interfaz de seguridad entre el mundo Fiat (dinero fiduciario) y en el cripto. Ahí, claramente puede haber abusos y fraudes. Regulaciones bien hechas pueden ayudar a reducir los riesgos de los riesgos reales y maximizar el retorno que puede tener esta tecnología para nuestras sociedades, que creo que realmente necesitamos. Latinoamérica es una región en donde la institucionalidad es débil y podemos utilizar esta tecnología para construir formas de interactuar que sean más robustas, más transparentes y que nos sirva para nuestro desarrollo económico y social. Buenas regulaciones pueden potenciar eso y malas regulaciones pueden dañarlo.
T:- ¿Qué cosas debería tener esa buena regulación?
SS:- Tendría que haber más claridad respecto del manejo de custodia. Creo que es injusto que los bancos no puedan ofrecer cripto y debería haber una norma que defina cómo. Tendría que haber, no sé de qué regulador, pero uno de los riesgos más grandes de cripto en seguridad y en seguridad informática, por eso las empresas deberían tener cierto mínimo nivel de seguridad, ciertas certificaciones e inversión mínima de seguridad informática, porque es de los riesgos principales. Hoy todo eso está muy autorregulado y librado a la buena voluntad.
T:- En Argentina no hay un proyecto formal de regulación cripto y hasta se mencionó la idea de aplicarles el mismo tratamiento que a los juegos de azar. ¿Qué piensa sobre esto?
SS:- Creo que el mayor problema de cómo se hace la normativa en Argentina es que, habitualmente, se atiende a las necesidades coyunturales. No es fácil la tarea de los reguladores, pero eso es un serio impedimento para poder construir en el largo plazo. Claramente, las cripto no son juegos de azar. Son claramente volátiles, pero no porque haya un generador de números aleatorios atrás, sino porque son una tecnología nueva que está en proceso de adopción, que es difícil de ponerle un precio y que está conectado con un montón de otras cosas.
Me parece que por el tamaño que empiezan a tener, por la cantidad de uso que tienen en la Argentina, merece un análisis más dedicado respecto del fenómeno particular. Tal vez lo más sensato es que haya una ley cripto en Argentina, que genere más claridad de a qué regulador le toca regular.
T:- Hoy hay en la Argentina al menos media docena de empresas locales que ofrecen productos similares. ¿Ve un escenario de fusiones para que puedan competir mejor con gigantes internacionales?
SS:- Muchas de las cosas que se hicieron en el anterior mercado, como la efervescencia del cashback, tenía que ver con que había mucho capital y solo importaba crecer, aunque fuera insostenible o antieconómico. Ese mundo se acabó. Por eso, en la medida que el mercado no recupere, vamos a ver bastante consolidación y más ajuste, porque no todo el mundo es rentable. Eso es esperable mundialmente también. En algunas empresas habrá merge (fusiones), cuando tenga sentido que haya sinergias y sume la integración; otras tendrán que ajustar hasta break-even; y otras en la que lo más sensato sea cerrar.
De todas formas, cripto es un sistema muy abierto en el que no hay un ganador que se quede con todo. Es una tecnología que tiene bajas barreras de acceso y, por eso, siempre va a haber muchos jugadores y mucha competencia. Además, se van a sumar cada vez más ventanas en donde ofrecerán lo más básico, que es comprar, vender, enviar, recibir. Fintech, bancos y empresas de comercio electrónico van a tener integrado a cripto. Por eso, nuestro esfuerzo está en innovar y trabajar en nuevos productos, de ahí el acceso a Web3 y aplicaciones descentralizadas, en ayudar a empresas a integrar cripto. Por eso, más que reducir la oferta, creo que va a ser al revés, va a haber una explosión de la tecnología y va a estar disponible en cada vez en más espacios.
T:- ¿Qué pasará entonces cuando MercadoPago empiece a ofrecer cripto en la Argentina?
SS:- Si lo único que se ofrece es comprar y vender cripto y custodia, probablemente tenga un desafío muy grande. Todo el mundo en Argentina tiene cuenta y saldo en MercadoPago. Pero no solo ellos. Apenas los bancos lo puedan hacer, también lo van a ofrecer.
T:- Pasada la etapa de ofrecer acceso a cripto, ¿qué desafíos se vienen para la industria?
SS:- Cuando nosotros nacimos hace ya diez años, lo primero era la adopción básica de comprar Bitcoin. Hoy, creo que nos podemos poner en otro rol un poco más adelante, de poder utilizar aplicaciones descentralizadas, poder entrar al metaverso, utilizar DAOs (Organización Autónoma Descentralizada, por sus siglas en inglés), crear tus propios NTFs o hacer intercambio de Poaps. También hay todo un universo que se está expandiendo dentro de juegos tradicionales que empiezan a integrar cripto. Creo que se viene mucho de eso y en eso podemos dar este salto así hacia cosas más divertidas.
T:- ¿Qué beneficios podrían tener empresas no ligadas al mundo cripto con esta tecnología en Argentina?
SS:- Creo que hay mucho potencial para empresas argentinas que, por ejemplo, no tienen casi acceso al mercado de capitales. Si se aprovecha esta tecnología y se normara el mecanismo, las empresas podrían emitir security tokens, que funcionen como obligaciones negociables que le den acceso al mundo. Eso permitiría conectar las empresas directamente toda la Internet como mercado de capital. Hoy solo pueden invertir en el mercado de capitales argentino el que tiene un DNI argentino. En cambio, de esta forma se podría conectar a todo el planeta.
Fuente: Télam